Ha empezado la fiebre Navideña, la compra de los regalos, y esto no porque estemos tan pendientes de la fecha, sino por las propagandas que empienzan a "adornar" diarios, revistas y la televisión.
Cada Navidad nos recuerda el nacimiento de Jesús, que después, al expiar el pecado en la cruz del Calvario fue llamado Cristo y al complementar ambos nombres nos quedamos con Jesucristo. Este nacimiento en la aldea de Belén trajo consecuencias mundiales, aparte de separar las eras en A. de C. y D. de C., también vino lo más importante: La Salvación de la raza humana y el gran regalo para todo el mundo.
Navidad es Nacimiento, no sólo el nacimiento del Salvador del Mundo, sino el nacimiento de Jesús en nosotros, en una nueva esperanza, en una nueva vida que debe dejar atrás el rencor y la amargura. Navidad debiera recordarnos el AMOR por los demás, la PREOCUPACIÓN por el prójimo y la COMUNICACION con la familia; trilogía fundamental en los cimientos de la famila. Lo increíble es la violencia que acapara las portadas de los medios de comunicación, la farándula que arremete con robarnos a los niños y jóvenes con elementos banales como las modas y la estética.
Si te provoca hacer regalos que están en "onda", entonces comienza por dar permiso para los percing, que tus hijos se agujereen cualquier parte del cuerpo, también podría ser un "buen" celular (mínmo $200.000), permiso para ir a las discos y llegar muy tarde a casa, celebración de cumpleaños en tu hogar pero sin los padres, la ropa de marca no puede quedar fuera y porque no un viaje a Viña o Santiago, por supuesto, solos o con amigos/as. Esta es nuestra realidad y la generación actual se ha enredado en un mundo cada vez más consumista, elitista y personalista. Está en nosotros, los adultos, dar un giro y ser diferentes; mantener los ideales de la familia, dar valor a las buenas acciones y luchar contra los "ladrones de sueños", "ladrones de ideales", "ladrones de propósitos" y "ladrones de esperanzas" los cuales están a la vuelta de la esquina, esperando que tus hijos queden solos para asaltarlos contagiándolos con todos los antivalores posibles.
Los regalos no siempre deben ser costosos, hay lugares donde te acogerían con grandes sonrisas si llevaras un juguete usado, hay familias que llorarían de emoción y agradecimiento si fueras a cantarles a su hogar, hay personas que harías muy feliz con un poco de alimento para esa Nochebuena. ¿Porque no? Podemos marcar la diferencia y sí importarnos lo que sucede a nuestro alrededor. La Navidad es el momento para agrandar el corazón, es la ocasión donde debes reflejar el rostro de Jesús. En este mismo momento han ingresado a mi lugar de trabajo un grupo de preciosos niños y niñas del Jardín Infantil del Colegio a cantar tres canciones navideñas (Campanas de Belén, Los peces en el río y Llegó Navidad). Al mirarlos y ver el rostro de Jesús en cada uno de ellos, les aseguro que será el mejor regalo de navidad de este año 2008.
¿Qué regalarás en esta Navidad? Hay actividades simples, pero que nacen del alma, que marcarán a tus hijos:
- Construye algo con tus manos y obséquialo.
- Anda al hogar de Cristo y pasa media tarde con tus hijos y los abuelos.
- Junta los juguetes en buen estado de tus hijos y ve a dejarlos a una radioemisora para que los regale.
- Acompaña a Jóvenes que hacen acción solidaria en las noches y lleva comida para los necesitados.
- Ve con tus hijos a una Iglesia cercana y dale gracias a Dios por tu familia.
- Sale de paseo por uno o más días, en familia, a lugares cercanos a tu ciudad.(Ojalá donde no existan comodidades o tecnología)
No te enredes por saber qué regalar, no rebusques lo de mayor precio, piensa sólo en la persona que recibirá tu regalo; tal vez hace tiempo no le dicen "Te amo", tal vez ya no siente un abrazo honesto, tal vez ya no lo/la escuchan, tal vez no ha recibido un invitación para la cena de navidad y tal vez sólo le faltas... tú.
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