jueves, 30 de octubre de 2008



¿PUEDO SER AMIGO/A DE MI HIJO/A?

¿Qué significa amigo? Dice el diccionario “El que tiene amistad” “Agradable, amistoso”. Ahora leamos lo que dicen las Sagradas Escrituras:

Proverbios 17:17, "En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia".

Juan 15:15, “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer".

Quise que nos diéramos cuenta de ambas definiciones, tanto la secular como la Bíblica. En el mundo el amigo está visto como el que hace favores, el que tapa las mentiras, el que es agradable y “buena onda”, el “bacán”, el que encuentra todo bueno porque lo hace su amigo/a.

Bíblicamente y en los hogares Cristianos está observado como el amigo que está especialmente en los tiempos de angustia, en los momentos de soledad, cuando todos te abandonan. ¿No es esto lo que hace la madre o el padre? Yo diría que si un padre o madre es un verdadero amigo/a de sus hijos/as entonces es un buen Cristiano/a. Está mal entendido cuando se les dice a los padres “No sean amigos de sus hijos” ¡No! Lo que debiera ser sea amigo de su hijo/a, pero no olvide su edad y la edad de su hijo/a. En los días que vivimos si no tienes la confianza de tu hija, si no eres amiga de tu hija, ella buscará a alguien en quien confiar. Hace poco unas alumnas de 1º medio me decían “YO prefiero contarle las cosas a Ud. porque me escucha, pero mis padres todo lo “agarran” pa’l leseo, ellos siempre dicen si ya se te va a pasar”.

Nuestros hijos nos necesitan como Padres que comprendan el estado actual de ellos, que entiendan su generación. No padres parcos, inestables, duros, desconfiados, sin respeto, sin diálogo, etc. Sin saberlo y al hacer lo contrario de lo anterior o mejor dicho equilibrando la balanza tus hijos tendrán VERDADEROS AMIGOS.

¿Cómo lograr la amistad con los hijos? Siendo AMISTOSO, confiando en tu hija. Sin confianza no hay amistad. Si tú confías en ella, ella confiará en ti. También el TIEMPO. Tiempo para hacer algo en conjunto. Por último el RESPETO. Respetar su intimidad y sus silencios, no presionar, dejando tiempo al tiempo y estando siempre disponible cuando tu hija quiera conversar

jueves, 16 de octubre de 2008


La vida del águila

El águila es el ave de mayor longevidad de su especie. Llega a vivir 70 años. Pero para llegar a esa edad, a los 40 años, deberá tomar una seria y difícil decisión.

Nuestras decisiones nos marcan. El aprender a decir Sí o No puede llevarnos a la vida o la muerte. No podemos esperar que otros tomen decisiones por nosotros, a veces son dolorosas pero más tarde nos alientan y recibimos recompensas eternas. ¿Qué lugar en este mundo ocupas hoy? Fue tu decisión, tu familia, tus amigos, tu trabajo, TU VIDA, es lo que has decidido. Tal vez sea tiempo, si te corroe el alma, de tomar decisiones importantes.


A los 40 años las uñas del águila están apretadas y flexibles, sin conseguir tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo se curva apuntando contra su pecho, sus alas están envejecidas y pesadas, y sus plumas gruesas. Volar se hace ya muy difícil.

40 años. Cuando somos jóvenes pareciera que nunca llegaremos a vivir cuatro décadas y las semejanzas con el águila se van complementando. Vamos en decadencia física, el cuerpo se torna pesado, avanzamos con los kilos, el cabello se debilita, visitamos más la dentista para reemplazar aquellas piezas que no volverán. Pareciera que caemos a un abismo de insatisfacciones y empezamos a ver la vida diferente. Algunos se divorcian, otros adulteran, mienten y roban creyendo que es lo último que podrán hacer.

Entonces el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar su dolorido proceso de renovación, que durará 150 días.

¿Caeremos en el pozo de la desesperación o enfrentaremos el proceso de la restauración? Muchos oprimidos y deprimidos no desean luchar contra el pesimismo que viene con los años. Hay otros que despliegan su sabiduría para enfrentar el mañana.

Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. Después, al encontrarse en el lugar, el águila comienza a golpear con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego de arrancarlo, esperará el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas talones. Cuando los nuevos talones comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas. Después de cinco meses sale para el famoso vuelo de renovación que le dará 30 años más de vida.

Descansemos. En los momentos de renovación, que en nosotros ocurre día a día, es necesario un momento de meditación, de reflexión. Las luchas diarias, los problemas que enfrentamos son fuertes y quedamos con dolor en el alma, decepcionados por los que queremos, en soledad enfrentando retos que pensamos no podremos pasar. Te invito a luchar por lo que amas, a esperar que pase la tormenta y a recibir nuevas fuerzas en un Dios maravilloso.