
Ser profesor Jefe o profesora Jefe es ser guía y tutor de nuestros alumnos y alumnas, acompañarlos en este difícil caminar diario. La tarea es complicada, todo lo negativo de sus alumnos (as) recae en ellos siendo pocas la veces que tienen un reconocimiento de sus apoderados o alumnos (as). El docente a cargo de un curso es capaz de ser empático con los problemas y victorias de su grupo, debiera sentirse parte de ese grupo, sentirse acogido por su grupo curso.
Estamos viviendo tiempos fuera de lo común, con más derechos que obligaciones y cual Quijote a veces sólo vemos molinos de viento. Mientras tengamos carácter y actitud nada podrá doblegarnos de nuestra preciosa labor; porque si nosotros pudimos salir adelante, ellos también lo harán... Somos su ejemplo.
Los profesores y profesoras jefes tienen múltiples y delicadas funciones en el proceso de desarrollo de sus alumnos y alumnas.
• Fortalecer las mejores condiciones del aprendizaje.
• Estimular y fortalecer la formación valórica.
• Estimular hábitos de estudio y responsabilidad.
• Formar hábitos de disciplina.
• Estimular hábitos de convivencia armónica en el grupo.
• Dar espacios de participación a alumnos y alumnas, fortaleciendo su responsabilidad, autonomía y formación ciudadana.
• Configurar dinámicas de relación y de trabajo que excluyan las situaciones de discriminación.
• Detectar las causas que inciden en situaciones conflictivas, situaciones de bajo rendimiento o dificultades emocionales en cada uno de sus alumnos, buscando estrategias de solución.
• Fortalecer las alianzas con los padres y madres para llevar a cabo una labor conjunta y apoyada en el desarrollo valórico, socio-afectivo y académico de sus alumnos y alumnas.
• Incorporar a los padres y madres a la escuela o liceo, generando un espacio de pertenencia y participación.
• Fortalecer las mejores condiciones del aprendizaje.
• Estimular y fortalecer la formación valórica.
• Estimular hábitos de estudio y responsabilidad.
• Formar hábitos de disciplina.
• Estimular hábitos de convivencia armónica en el grupo.
• Dar espacios de participación a alumnos y alumnas, fortaleciendo su responsabilidad, autonomía y formación ciudadana.
• Configurar dinámicas de relación y de trabajo que excluyan las situaciones de discriminación.
• Detectar las causas que inciden en situaciones conflictivas, situaciones de bajo rendimiento o dificultades emocionales en cada uno de sus alumnos, buscando estrategias de solución.
• Fortalecer las alianzas con los padres y madres para llevar a cabo una labor conjunta y apoyada en el desarrollo valórico, socio-afectivo y académico de sus alumnos y alumnas.
• Incorporar a los padres y madres a la escuela o liceo, generando un espacio de pertenencia y participación.